domingo, 31 de julio de 2016

OTRA VEZ EL MANOSEO DEL CONCEPTO DE EMPODERAMIENTO

Imagen del logo de la campaña¿Qué sociólogo o científico social con experiencia en investigación no se ha encontrado alguna vez con el manoseo del concepto de empoderamiento? En este caso nos referiremos al trabajo de Ana Porroche-Escudero, que analiza el uso desvirtuado de este concepto en las campañas contra el cáncer de mama.

La Organización Mundial de la Salud define este empoderamiento de las mujeres como un proceso que conlleva la transmisión de información crítica para promover acciones autorreflexivas, que permitan a las personas seleccionar y objetivar el conocimiento. Y es que la problematización de este concepto en este campo estuvo ligada a luchas sociales y colectivas.

Sin embargo, la evolución reciente de las políticas de lucha contra el cáncer de mama incide más en aspectos individuales como la culpabilización de la paciente por no hacerse la mamografía, el miedo, el no cuestionamiento de la autoridad médica, el desconocimiento de las causas sociales y ambientales que pueden incidir en la enfermedad, la ausencia de información crítica sobre las políticas de prevención implementadas o la desvirtuación de los avances tecnológicos para el diagnósico precoz en favor del autodiagnóstico y la mamografía, entre otros.

La autora plantea el empoderamiento de las mujeres en la lucha contra esta enfermedad como algo histórico (proceso) frente a la psicologización del problema y la desaparición de los colectivos de mujeres como actores en la problemática.


REFERENCIAS

Porroche-Escudero, A. 2015. “Empoderamiento: el santo grial de las campañas de cáncer de mama”. En: Revista Internacional de Sociología (74).

domingo, 24 de julio de 2016

POBREZA SOBREVENIDA E IDENTIDAD


Identidad colectiva ante la pobreza sobrevenida
Destacamos aquí las ideas del artículo de Daniel Kaplún, en su artículo publicado en la Revista Perspectiva.

Pobreza sobrevenida es aquella que es resultado de una pérdida o reducción drástica de los ingresos. Se opone a la pobreza crónica o estructural, que es la que se ha padecido desde la cuna. Así, personas y familias que en el pasado disponían de renta suficiente para responder a determinadas necesidades, hoy no pueden afrontarlas.

Señala Kaplún que se produce una ruptura entre la posición social objetiva y la identidad percibida. De ahí el sentimiento individual de culpa y la vergüenza que muchas personas sienten, que los lleva a ocultar su situación o a colocar adjetivos a la misma (pobreza energética o pobreza infantil, por ejemplo).

Pero Kaplún nos dice que la pobreza sobrevenida también tiene un proceso de toma de conciencia de clase: politizar la pobreza es ubicarla en el terreno de lo colectivo. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) es un ejemplo de ello: cómo personas individuales se organizan colectivamente para enfrentar una situación social con unas causas que la han generado y unas respuestas que ponen en cuestión la continuidad de un modelo social y político.


REFERENCIAS

Kaplún, M. (2014) La pobreza no tiene “apellidos” ni “prefijos”. En: https://perspectiva.ccoo.cat/la-pobreza-no-tiene-apellidos-ni-prefijos/

domingo, 17 de julio de 2016

DILEMAS DE LA MOTIVACIÓN PARA EL SERVICIO PÚBLICO EN ESPAÑA

Quienes conocen el sector público saben que creer en la gestión pública es un requisito casi imprescindible para realizar una buena labor de cara a los usuarios. En este sentido, reflexionamos en esta entrada acerca de las aportaciones realizadas para el caso español por Clara Riba y Xavier Ballart.

La Motivación para el Servicio Público (MSP) es definida Vandenabeele (2008) como una forma de motivación que se fundamenta en un componente ético por el que individuos que proporcionan servicios públicos lo hacen guiados por el interés público y por una serie de valores públicos que comparten.

Riba y Ballart realizaron una encuesta y encontraron que la MSP está asociada positivamente con el compromiso organizacional, pero no con el nivel de satisfacción en el trabajo. Dicho hallazgo da cuenta de la importancia de una adecuada gestión del recurso humano, en el sentido de privilegiar dentro de las administraciones públicas la vocación por el servicio público por encima de otros valores (como la ambición personal, por ejemplo).

No obstante, nos parece débil analizar la realidad del trabajo en el sector público en términos de valores. Sería conveniente ampliar la mirada con un análisis más profundo de las estructuras organizativas y las carreras profesionales en su contexto histórico. Preguntarse si las personas que dirigen el sector público creen de verdad en la gestión pública, si los modelos jerárquicos facilitan la participación de los trabajadores en la toma de decisiones o si el buen servicio al usuario está premiado en las carreras profesionales, entre otras cuestiones.


REFERENCIAS

Riba, C. y Ballart, X. (2016). «La motivación para el servicio público de los altos funcionarios españoles: medida y efectos». Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 154: 65-82. (http://dx.doi.org/10.5477/cis/reis.154.65)

Vandenabeele, W. (2007). “Toward a Theory of Public Service Motivation: An Institutional Approach”. Public Management Review, 9(4): 545- 556.

domingo, 10 de julio de 2016

SOBRE EL FRACASO DE LAS ENCUESTAS EN LAS GENERALES DEL 26J

Disonancia sondeosEn una entrada anterior nos habíamos referido al batacazo de los sondeos pre-electorales y post-urna en las elecciones generales de 1993 en España. En ella, las encuestas (incluidos los sondeos a pie de urna) daban un triunfo del PP rozando la mayoría absoluta, mientras que la realidad situó al PSOE como verdadero vencedor, bastante cerca de la mayoría absoluta.

Nos referíamos a ello para analizar la importancia de la no-respuesta en dichos sondeos electorales. Cabe ampliar que en aquella ocasión teníamos a un PSOE liderado por Felipe González que arrastraba ya once años en el poder y que acumulaba varios escándalos de corrupción y financiación ilegal. Además, durante la campaña el propio González se había definido como enemigo de las encuestas.


Pues bien, 23 años después ha ocurrido en España algo bastante parecido. Los sondeos (incluido el sondeo a pie de urna) daban al PP un porcentaje de votos y un número de escaños mucho menor que los que en realidad obtuvo, y a Unidos Podemos un porcentaje de votos y un número de escaños mucho mayor que los que en realidad consiguió. Dichas diferencias estaban entre los tres y los seis puntos porcentuales, y entre los quince y los veinte diputados por cada lado.


Para analizar lo sucedido, es importante destacar que tanto en 1993 como en Junio de 2016 los sondeos a pie de urna coincidieron con los pronósticos que los sondeos preelectorales habían colocado sobre la mesa.


Como señala Ignacio Urquizu (1993, p. 121), estas diferencias pueden deberse a la espiral de silencio (la dificultad de algunos electores para reconocer públicamente su voto o la intención del mismo), que genera lo que llamamos el voto oculto: ese voto que las encuestas no siempre son capaces de medir.


Urquizu realiza un diseño experimental analizando contiendas electorales de los años 80 en España. Analiza aquellos registros de sujetos que en las encuestas pre-electorales del CIS señalaron que no sabían a quién iban a votar. Relacionó estos valores con preguntas como valoración del franquismo o posición ante la huelga general del 14 de Diciembre de 1989. Dicho cálculo le permitió explicar en parte el voto oculto de los años ochenta.


No obstante, es una lástima que no intentara analizar lo ocurrido en 1993. Y es que el experimento de Urquizu no se ocupa de aquellos electores que no quisieron ser entrevistados, aquellos que no acceden a la realización de la encuesta y aquellos que huyen del entrevistador en el sondeo post-urna.


Que los pronósticos de encuestas pre y post electorales el 26-J fueran similares nos lleva a afirmar que lo que ocurrió es muy difícil de medir con modelos estadísticos. No se puede cocinar el pez que no ha podido ser pescado.


En esa línea, podemos pensar que no fue el resultado del Brexit (el referéndum de salida del Reino Unido de la UE) lo que determinó la disonancia entre realidad y pronóstico: si hubiera sido así, los sondeos a pie de urna hubieran dado un resultado diferente, más parecido a lo que ocurrió en realidad. Posiblemente las encuestas no estaban pronosticando realmente lo que ocurriría.


¿Y qué se puede hacer para solucionar este problema? Bajo nuestro punto de vista, mejorar la metodología para analizar lo que sucede en determinados momentos históricos. Después de realizar este trabajo de clasificación, analizar cualitativamente el momento histórico de la votación para determinar qué pasa con esos peces no pescados y cómo se pueden ponderar en una predicción.



REFERENCIAS


Urquizu, I. (2005) El voto oculto en España Revista Española de Ciencia Política. Núm. 13, pp. 119-156.

domingo, 3 de julio de 2016

DIFERENCIAS ENTRE EL MÉTODO CONVENCIONAL DE APRENDIZAJE Y EL ABP

Aunque el Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) supone un aprendizaje lento, a la vez que demanda una alta disposición de los estudiantes y elevada preparación del profesorado, tiene una serie de ventajas tales como: contar con alumnos con mayor motivación, al permitir su involucramiento activo en el proceso de conocimiento a través de la posibilidad de interactuar con la realidad y observar los resultados de dicha interacción. Igualmente, supone un aprendizaje más significativo en la medida en que el estudiante da sentido al conocimiento aprendido al articularlo con la realidad; desarrolla habilidades de pensamiento, es decir, crítico y creativo; y desarrolla habilidades para el aprendizaje, al adelantar sus propias estrategias para la definición del problema, recabar y analizar la información, construir hipótesis de trabajo y evaluar el proceso de aprendizaje.

Elementos del aprendizaje

En el Aprendizaje convencional
En el ABP
Responsabilidad de generar el ambiente de aprendizaje y los materiales de enseñanza
Es preparado y presentado por el profesor.
La situación de aprendizaje es presentada por el profesor y el material de aprendizaje es seleccionado y generado por los alumnos.

Secuencia en el orden de las acciones para aprender.

Determinadas por el profesor.
Los alumnos participan activamente en la generación de esta secuencia.
Momento en el que se trabaja en los problemas y ejercicios.

Después de presentar el material de enseñanza.

Antes de presentar el material que se ha de aprender.

Responsabilidad de aprendizaje.

Asumida por el profesor.
Los alumnos asumen un papel activo en la responsabilidad de su aprendizaje.

Presencia del experto.
El profesor representa la imagen del experto.

El profesor es un tutor sin un papel directivo, es parte del grupo de aprendizaje.
Evaluación.

Determinada y ejecutada por el profesor.
El alumno juega un papel activo en su evaluación y la de su grupo de trabajo.


Aunque el ABP supone un aprendizaje lento, a la vez que demanda una alta disposición de los estudiantes y elevada preparación del profesorado, tiene una serie de ventajas tales como: contar con alumnos con mayor motivación, al permitir su involucramiento activo en el proceso de conocimiento a través de la posibilidad de interactuar con la realidad y observar los resultados de dicha interacción. Igualmente, supone un aprendizaje más significativo en la medida en que el estudiante da sentido al conocimiento aprendido al articularlo con la realidad; desarrolla habilidades de pensamiento, es decir, crítico y creativo; y desarrolla habilidades para el aprendizaje, al adelantar sus propias estrategias para la definición del problema, recabar y analizar la información, construir hipótesis de trabajo y evaluar el proceso de aprendizaje.

Este método se fundamenta en procesos de aprendizaje propios de la investigación, de tal manera que si se llevase a cabo desde temprana edad, los jóvenes al ingreso a la educación superior contarían con una serie de competencias que facilitarían su éxito profesional al poseer habilidades de estudio autodirigido y ser sujetos responsables de su propio aprendizaje.


Por último, en el marco de un trabajo individual o colectivo, el método ABP contribuye a la construcción de sujetos con capacidad para resolver problemas en su vida cotidiana; los cuales se orientan en torno a valores cooperativos y solidarios; además de contar con habilidades sociales –al negociar colectivamente cómo resolver problemas- y habilidades de dar y recibir críticas, resultado de un aprendizaje activo/colectivo/responsable y crítico.



REFERENCIAS

Dirección de Investigación y Desarrollo Educativo, Vicerrectoría Académica, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. El Aprendizaje Basado en Problemas como técnica didáctica. EN: http://www2.uca.es/ordenacion/formacion/docs/jifpev4-documentacion.pdf

Kenley, Russell. Problem Based Learning: within a traditional teaching environment. Faculty of Architecture and Building. University of Melbourne. En: http://www.arbld.unimelb.edu. au/~kenley/conf/papers/rk_a_p 1.htm.

Russell, H. & Searight, B (2009) Implementing Problem-Based Learning in an Undergraduate Psychology Course. En: http://eric.ed.gov/?id=EJ864287