martes, 29 de marzo de 2022

CIBERBULLYING, CIBERACOSO EN ÁMBITOS ESCOLARES

Imagen de ciberbullying
El progreso tecnológico, la velocidad de trasmisión de la información a través de páginas web, aplicaciones y redes sociales, han favorecido que el abuso sea trasladado al ciberespacio denominándose como ciberacoso o ciberbullying. Ya llevamos casi medio siglo con una revolución tecnológica cuyos efectos son muy difíciles de controlar. El problema es que el ciberacoso, termina por marcar la vida de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Porque internet, las redes sociales se convierten en referentes que crean realidad, y en esa medida formas de comportamiento, de pensar, actuar y sentir.

Si bien el acoso escolar sigue su pauta y se queda en los patios, ahora el ciberacoso se queda en las redes, se viraliza, genera una huella digital difícil de controlar. Por ello es muy importante que los chicos y chicas sepan que compartir, por ejemplo, fotos íntimas con tu mejor amiga o con el que crees que es el amor de tu vida, puede en un futuro generar daño. Porque el amor, como la amistad, se desvanece y puede desencadenar en tramas de odio, de resentimiento y en esa medida utilizar dicha información para dejar huellas digitales muy difíciles de controlar.

Las situaciones de bullying o acoso escolar en niños y adolescentes se han incrementado en los últimos años, especialmente en este periodo de pandemia, originando riesgos en el estado mental y físico de las víctimas, además de actitudes violentas y agresivas por parte de los provocadores. Según la UNESCO, casi la mitad (49%) de los niños de 11 países europeos, se ha encontrado con situaciones de ciberbullying. Incluso en países como Italia e Irlanda alcanzó el 59%. Mientras, las niñas y las jóvenes suelen ser las que más lo sufren.

Afecta principalmente a las niñas y a las jóvenes, a todas las personas que presentan debilidades físicas y que son vulnerables emocionalmente, o que por su diferencia -socialmente considerados como sujetos con déficit- por su fenotipo (gordo/a, feo/a, orejón/a, etc.), procedencia o diversidad sexual, funcional y étnica, entre otras.

Los medios más habituales de ciberbullying se dan en las nuevas redes sociales: WhatsApp, Instagram, TikTok y los juegos online son los medios más habituales donde se producen estos tipos de violencia.

Según Martín (2016) las características del ciberacoso son: 1) la intencionalidad, aunque esta es puesta en cuestión porque es posible que los y las estudiantes que participan en prácticas de acoso lo hagan como consecuencia de la dinámica de grupo, y no porque quieran herir a la persona objeto del acoso (UNESCO, 2020). 2). La repetición está vinculada al daño por el carácter reiterativo. El alcance de la posible humillación puede desencadenar, incluso, en suicidio. 3) El anonimato, lo problemático es que no se suele saber quién es el agresor, lo que eleva la dificultad de intervenirlo y controlarlo. Es difícil permanecer fuera del alcance del agresor, por lo tanto se rompen barreras espaciales. 4) La capacidad de distribución, la viralización de la información a través de las redes sociales y la web, lo cual provoca un efecto aún mayor en el impacto de la agresión o acoso. Estos hechos provocan un deterioro de la imagen de la víctima considerable. 5) Un canal siempre abierto: Las víctimas hallan lugares seguros donde permanecer fuera del alcance del agresor, por lo tanto se rompen barreras espaciales (Ortega et al., 2007). 6) La dificultad para rastrear y controlar la huella digital, y 7) La ubicuidad del Internet, que vuelve a quien lo sufre casi imposible abandonar la experiencia de ser acosado.

Dados los riesgos que supone el uso indebido de la web y de las redes sociales, urge construir el ciberacoso o el ciberbullying como un problema social, que no solo se sufre en el ámbito escolar sino en todos los espacios de la vida cotidiana.


BIBLIOGRAFÍA

Educaweb (2012) El acoso escolar se dispara durante la pandemia. Recuperado de: https://www.educaweb.com/noticia/2021/11/03/ciberacoso-escolar-se-dispara-pandemia-claves-prevenirlo-20725/

Martín, J. (2016). El papel del educador social ante el ciberbullying. Revista de Educación Social, (24), 491-498.

Ortega, R., Mora-Merchán, J. A. y Jaguer, T. (2007). Actuando contra el bullying y la violencia escolar. El papel de los medios de comunicación, las autoridades locales y de internet. Empirische Pedagogik.



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