domingo, 4 de septiembre de 2016

SINDICALISMO EN RED

Nuevo contexto de las relaciones laboralesLa empresa-red cuestiona el modelo de relaciones laborales fordista, basado en instituciones colectivas de trabajo integradas verticalmente.

Con la estrategia empresarial de deslocalización, descentralización y/o subcontratación de procesos y/o actividades de producción o de servicios, la organización del trabajo se disocia de la empresa en sentido jurídico y patrimonial. En un mismo espacio territorial pueden coincidir trabajadores pertenecientes a diversas empresas (principal vs subcontratistas), bajo relaciones de subordinación que se superponen y con representaciones colectivas diversas o ausentes, lo que se traduce en una alta desigualdad de las condiciones laborales.

La empresa-red de facto configura un modelo de relaciones triangulares entre empresa principal, empresas de servicios y trabajadores. ¿Cómo reconfigurar formas de organización colectiva basadas en la solidaridad que apuesten a mejorar e igualar las condiciones laborales entre trabajadores de diversa procedencia jurídica?

Lafuente Hernández et al. plantean la necesidad de que las organizaciones sindicales contemplen este contexto de reestructuración y reorganización permanente de las cadenas de valor, que suponen una recomposición de las relaciones de poder y subordinación a escalas diferentes, debilitando las organizaciones de representación colectiva. El adelgazamiento de las estructuras organizativas ligadas a la descentralización y subcontratación de procesos y actividades se ha traducido en cambios cuantitativos y cualitativos de la mano de obra. Por un lado, hay una reducción significativa de la nómina de trabajadores vinculados a la empresa principal; pero, de facto, no hay necesariamente un proceso de adelgazamiento de la estructura de las empresas, debido a la presencia de trabajadores de los subcontratistas. Por otro lado, hay un cambio del perfil de los trabajadores y de las formas de vinculación a la misma, que hacen inadecuadas las formas tradicionales de representación colectiva.

La subcontratación generalizada desdibuja la bipolaridad “empresa-trabador” y las relaciones de subordinación, mediadas por la existencia de contratos mercantiles y de prestación de servicios firmados entre la empresa principal y el empleador de un trabajador que ejecutará la mayor parte de sus tareas al servicio del proceso productivo de la empresa principal. En este contexto emerge un tercer sujeto en la relación laboral, proceso denominado por la sociología del trabajo latinoamericana (Basualdo y Morales, 2014, citado por: Lafuente Hernández, 2016:153) como “tercerización laboral”. Se configura una “comunidad de trabajo”, caracterizada por la confluencia de diversos trabajadores en el marco de una empresa-red, que comparten un mismo espacio laboral, en el marco de una alta desigualdad de condiciones de trabajo, sin autoridad única y en las que se entrecruzan y comparten relaciones de subordinación.

¿Es posible reconfigurar nuevas formas de organización colectiva con capacidad sindical para organizar contrapoderes a nivel territorial basados en el concepto de “comunidad laboral”? La estrategia de sindicalismo en red (Benali, 2009) se apoya en una organización coordinada entre delegaciones sindicales de la empresa principal y los subcontratistas; cuyo objetivo es ir más allá de las disposiciones legales que definen las competencias de los comités de empresa y de los comités de seguridad y salud.

Las delegaciones sindicales buscan construir solidaridades entre los trabajadores intervinientes en un mismo espacio organizacional. En algunos casos, la red se construye en torno a aspectos de la seguridad y salud en el trabajo, lo que posibilita establecer interlocutores, gracias a la intermediación de representantes sindicales de la empresa principal, por ejemplo en términos de dar acceso al centro de trabajo a los delegados sindicales de los trabajadores de subcontrata, que no siempre cuentan con este tipo de representación. Según los dos estudios de caso analizados por Lafuente Hernández et al. (2016), la construcción de una “comunidad de trabajo” se apoya en relaciones interpersonales de proximidad existentes.

De ahí que, según estos autores, los límites de la red sindical se definen a partir de una doble proximidad: 1) una proximidad en la visión del trabajo sindical, que lleva a las delegaciones de una misma organización sindical a actuar de manera conjunta; y 2) una proximidad de trabajo, o de “profesión”, entre trabajadores que comparten las mismas competencias profesionales (soldadores, mecánicos, electricistas, etc.), tanto en la empresa principal como en algunas de las subcontratas. En este sentido, en la práctica, la “comunidad de trabajo” se fundamenta sobre la base de estos dos tipos de proximidad y se apropia del centro de trabajo de forma contingente y sin vínculo aparente con la presencia, permanencia o número de trabajadores que cada empresa hace intervenir en la central, ni con la duración de los contratos.

No obstante, existen dificultades para la construcción de solidaridades basadas en esta comunidad de trabajo. La primera es que no todas las subcontratas cuentan con delegaciones sindicales. La segunda, la ausencia del reconocimiento de intereses comunes entre los trabajadores, de ahí la necesidad de construirlos. Tercera, la estrategia de negociación está centrada en los problemas de los trabajadores de la empresa principal, dejando de lado los problemas de los trabajadores de los subcontratistas; es necesario revertir esta estrategia, debido a la desigualdad de condiciones. Cuarta, centrarse en los dos tipos de proximidad mencionados, dificulta la construcción de una comunidad de trabajo debido a la debilidad de poder de negociación de buena parte de los sectores productivos o de servicios, al igual que a la débil capacidad de negociación de los trabajadores poco cualificados, que no están organizados en torno a oficios. Además de las mencionadas, habría que pensar y construir otro tipo de proximidades para reducir la heterogeneidad en las condiciones laborales, no sólo entre los trabajadores de la empresa principal y de los subcontratistas sino en el interior de este último colectivo. Además de reconfigurar las reglas del juego del sistema de relaciones laborales, contemplando, incluso, cambios de tipo legal orientados a fortalecer una negociación colectiva transversal. Problematizar estas cuestiones a nivel social y llevarlas al campo político debe ser una obligación de las fuerzas sindicales.


BIBLIOGRAFÍA

Lafuente Hernández, Sara, Jamar, David y Martínez, Esteban, 2016. Respuestas sindicales ante el desafío de la empresa-red: sector petroquímico y nuclear. En: Cuadernos de Relaciones Laborales, 34(1) 2016: 151-171.

Benali, I. (2009). Perspectives pour un syndicalisme de réseau. En Faniel J., Gobin C., Devos C., Vandaele K. (Coor.), Solidarité en mouvement, perspectives pour le syndicat de demain (pp. 205-213). Bruxelles : ASP.

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