martes, 26 de marzo de 2013

POR UNA CRÍTICA AL DETERMINISMO TECNOLÓGICO

Imagen de computadores
Es indiscutible la importancia que la Comisión Económica para América Latina tiene en la definición de políticas de los países de la Región. Dicha Comisión planteó en uno de sus documentos (Hilbert y Katz, 2003) que algunos países de Latinoamérica y el Caribe se encontrarían en un supuesto proceso de transición hacia la “sociedad de la información y el conocimiento”. Considerando la sociedad de la información como un tipo de sociedad que corresponde a un nivel de desarrollo basado en el surgimiento de un nuevo paradigma tecnológico, que se proyecta en los diversos campos de actividad. Esta trasformación está determinada por nuevas formas de crear y difundir información utilizando tecnologías digitales. El nuevo paradigma se liga al grado de desarrollo de una sociedad, en la cual la creación, distribución y manipulación de la información constituye la actividad económica y cultural más significativa.

La posición que relaciona los avances tecnológicos con el aumento del desarrollo ha sido puesta en cuestión. En su análisis de las raíces y supuestos ligados a la idea de la sociedad de la información, David Lyon (1995) plantea que en la mayoría de las versiones sobre la sociedad post industrial subyace un determinismo tecnológico. Esto es, que los cambios se atribuyen a la introducción de las TICs por sí mismas, como una causa.

Otra crítica que se le puede hacer al determinismo tecnológico pasa por el supuesto de que la presencia de una determinada técnica implica, de por sí, el despliegue de todo su potencial. Muchas veces se manejan los datos y comparaciones en un sentido de un tránsito de la sociedad industrial a la sociedad de la información, como si se tratara de un proceso lineal o por etapas, en las cuales se parte de una situación conocida y se tiende hacia un supuesto punto de llegada.

El subdesarrollo sería percibido, entonces, ante todo como un atraso temporal, posible de ser superado mediante el “salto” de etapas por las que pasaron los países desarrollados, en una dinámica asociada a las trayectorias de difusión tecnológica. También se señala que la consideración de la transición hacia la Sociedad de la Información como una etapa de desarrollo, por lo general no considera la existencia de conflictos y desigualdades (Cohen, 2004).

Estos fines utópicos atribuidos a la sociedad de la información, constituyen elementos ideológicos antes que resultado de un análisis de la realidad. Las TICs no se pueden considerar como factor de igualdad social entre países o entre sectores sociales (Lyon, 1995).

Más razonable parece la posición de Manuel Castells, en la que se considera que los países de América Latina se insertan a la sociedad informacional global de manera subordinada. La economía global que emerge de la producción y competencia basada en la información se caracteriza por su interdependencia, asimetría, regionalización, en la cual se produce una diversificación creciente de situaciones, acentuándose el desarrollo desigual no solo entre el norte y el sur, sino entre segmentos dinámicos y aquellos que arriesgan a volverse irrelevantes desde la perspectiva de la lógica del sistema (Castells, 1998).


REFERENCIAS

Castells, M. (1998). The Information Age: Economy, Society and Culture. 3 Vols. London: Blackwell.

Cohen et al (Eds.) (2004) The ICT Revolution. Productivity Differences and the digital divide. Oxford: Oxford University Press.

Hilbert, M. y Katz, J. (2003) Building an Information Society: A Latin American and Caribean Perspective. Santiago de Chile: CEPAL.

Lyon, D. (1995) The Roots of the Information Society Idea. En Heap, Ray et al. Information Technology and Society: a Reader. Great Britain: The Open University.


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