En ciencias sociales hablamos de estratificación social para describir las desigualdades que existen
entre los individuos y los grupos dentro de las sociedades humanas. Estos
individuos y grupos, según sea su posición dentro de la estructura
social, cuentan con un acceso desigual a los derechos y a las
recompensas.
Existen patrones
que suelen repetirse en los sistemas estratificados: que la clasificación
aplica a categorías comunes de personas que comparten una característica común,
sin que necesariamente interactúen o se identifiquen unos con otros; que las
experiencias y las oportunidades que se presentan en la vida de las personas
dependen mucho de la categoría social a la que pertenezcan; y que los estratos
que determinan las diferentes categorías sociales tienden a cambiar muy
lentamente a lo largo del tiempo.
Las teorías sobre
la estratificación social parten de los trabajos de Marx y Weber. El primero
desarrolló el concepto de clase social ligado a las relaciones de producción. Mientras que para el segundo la estratificación no sólo tenía que ver con la clase, sino
con el estatus y el poder.
Otros autores
como Goldthorpe hablaron sobre la importancia de la ocupación en la
estratificación social, reinterpretando el weberiano concepto de situación de
mercado hacia una situación laboral.
Cuando el
concepto de estratificación social trata de aterrizarse en la práctica de la
investigación con datos cuantitativos, surgen problemas en la decisión de qué
escala asumir a la hora de tratar de medir un concepto atravesado por
dimensiones tan diferentes.
REFERENCIAS
Giddens, A.
(2006) Sociología. Madrid: Alianza Editorial.
Goldthorpe, J.H. (1987) Social mobility and class structure in modern Britain. Oxford: Clarendon Press.