Nos parece de gran interés el abordaje del emprendimiento social que realiza Óscar Sáez (2023) desde el concepto de poder, al abrigo de la teoría de Foucault y desarrollos posteriores de la misma.
Sáez define un nuevo proceso en el que las personas emprendedoras están siendo presentadas con atributos ligados a la ciudadanía y la sociedad civil, en el marco de una lógica neoliberal que abarca desde el consumo a las formas de organización de la fuerza de trabajo, pasando por la intervención del estado (y su adelgazamiento).
Nos parece muy válida la utilización del concepto de tecnologías del yo, entendiendo estas tecnologías como compuestas por diferentes dispositivos (las regulaciones jurídicas, los discursos expertos, la economía, entre otros) mediante los cuales se domestican los cuerpos, las poblaciones y sus modos de acción (Foucault, 1978).
Se estimulan las capacidades individuales como parte de una dominación sociopolítica que disciplina desde la psique, incidiendo sobre las emociones, con estímulos positivos con el objetivo de maximizar el rendimiento del sujeto (Han, 2014). Incluso la misma creatividad es definida desde los intereses de la institución promotora del emprendimiento, que vigila de manera panóptica lo que sucede en el centro de innovación.
Nos parece recurrente la referencia de Sáez al creciente papel de promotores del emprendimiento social como consultoras y financiadores que estarían actuando como dispositivos de poder que normativizan y promocionan el emprendimiento social a través de la lógica de los negocios. Sin embargo, cabe señalar que ciertas lógicas neoliberales van más allá del emprendimiento social asignando a consultoras multinacionales el papel de árbitros en problemas de primer nivel. Ejemplo de ello es la reciente decisión del gobierno de España, que ha designado a la consultora Deloitte para diseñar la agencia que se encargará de regular la inteligencia artificial en el país.
BIBLIOGRAFÍA
Foucault, Michel (1978) Seguridad, territorio y población. Curso del Collège de France (1977-1978). Fondo de Cultura Económica.
Han, Byung-Chul (2014). Psicopolítica. Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Herder.
Sáez, Óscar (2022) Dispositivos gubernamentales y procesos de mercantilización del bien común en una incubadora de emprendedores sociales. Encrucijadas. Revista Crítica de Ciencias Sociales, 22(2), a2211.
Sociología Necesaria
Hace falta una reflexión sobre el trabajo, los derechos humanos, el planeta. Mejorar los métodos de aproximación a la realidad. Hay una sociología necesaria. Un lugar de encuentro acerca de métodos de investigación, herramientas conceptuales y resultados de estudios, desde una mirada interdisciplinar. Una ventana para reflexionar realidades no problematizadas. Un espacio de apoyo profesional en métodos, diseño de proyectos de investigación e intervención y asesoría en tratamiento de información.
martes, 30 de mayo de 2023
lunes, 15 de mayo de 2023
CONGRESO COLOMBIANO DE ESTUDIOS DEL TRABAJO 2023
Organizado por la Asociación Colombiana de Estudios del Trabajo (ACET) con el lema “Trabajo en América Latina: cambios políticos y permanentes desigualdades” se convoca el Congreso Colombiano de Estudios del Trabajo, que se celebrará en la sede de Bogotá de la Universidad Javeriana del 27 al 29 de septiembre de 2023.
El evento reflexiona en torno a la necesidad de cambios políticos que regulen el mercado laboral y parte de los siguientes ejes:
1. Mercados de Trabajo Rurales
2. Estudios de derecho y relaciones laborales
3. Trabajo, género y mujer
4. Precariedad y trabajos atípicos
5. Trabajo, subjetividad e identidades
6. Desempleo, Informalidad y mercado de trabajo
7. Trabajo y cuarta revolución industrial
8. Trabajo, Desarrollo, Desigualdad y Territorio
9. Historia del trabajo y los trabajadores
10. Trabajo y juventud
11. Sindicalismo, organización de los trabajadores y negociación colectiva
12. Salud, trabajo y pensiones
13. Otros temas no incluidos en los anteriores
En una primera fase (hasta el 15 de junio), se recogerán resúmenes de no más de 600 palabras de las propuestas para ponencias. Del 16 de junio al 30 de julio se revisarán las propuestas y se emitirá respuesta de aceptación. El plazo de entrega de las propuestas definitivas se cerrará el 18 de agosto.
El evento reflexiona en torno a la necesidad de cambios políticos que regulen el mercado laboral y parte de los siguientes ejes:
1. Mercados de Trabajo Rurales
2. Estudios de derecho y relaciones laborales
3. Trabajo, género y mujer
4. Precariedad y trabajos atípicos
5. Trabajo, subjetividad e identidades
6. Desempleo, Informalidad y mercado de trabajo
7. Trabajo y cuarta revolución industrial
8. Trabajo, Desarrollo, Desigualdad y Territorio
9. Historia del trabajo y los trabajadores
10. Trabajo y juventud
11. Sindicalismo, organización de los trabajadores y negociación colectiva
12. Salud, trabajo y pensiones
13. Otros temas no incluidos en los anteriores
En una primera fase (hasta el 15 de junio), se recogerán resúmenes de no más de 600 palabras de las propuestas para ponencias. Del 16 de junio al 30 de julio se revisarán las propuestas y se emitirá respuesta de aceptación. El plazo de entrega de las propuestas definitivas se cerrará el 18 de agosto.
Deseamos mucha suerte a la organización del Congreso, que es una necesidad en un contexto académico cada vez más adverso al impulso de los estudios sobre el trabajo.
domingo, 30 de abril de 2023
ACOSO SEXUAL EN LAS UNIVERSIDADES
Cada vez son más frecuentes las denuncias de acoso sexual en el ámbito académico. Es el caso de la reciente denuncia contra Boaventura Sousa Santos, famoso académico, sociólogo del Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra (Portugal), con importantes aportes en la construcción de la teoría colonialidad/decolonial en Latinoamérica.
Debido a las presiones, pintadas y denuncia de manera indirecta, a través de una publicación en la cual tres exinvestigadoras de la institución denuncian el acoso sexual sufrido (Negreiros y Pina, 2023) , la universidad por fin decide abrir una investigación con miras a construir “una comisión independiente en un breve período de tiempo, que será responsable de identificar las fallas institucionales e investigar la ocurrencia de la referida conducta antiética” (Esquerda, 2023).
Boaventura Sousa Santos se defiende de estas acusaciones y señala que para él, “el objetivo [de la misma] es echar barro sobre los que se destacan y luchan por un mundo mejor. El neoliberalismo está robando al alma la solidaridad y la cohesión social y creando subjetividades que canalizan sus resentimientos en acusaciones que saben que no pueden ser efectivamente contradictorias” (Esquerda, 2023).
La primera reflexión sobre acoso sexual en el ámbito académico se presenta en 1974, en la Universidad de Cornell (USA), como resultado de las experiencias sufridas y narradas por un grupo de feministas. Lentamente el acoso sexual fue construyéndose como un problema social que tuvo expresión en el campo legal (1986 en USA y 1995 en España), y posteriormente ratificado en acuerdos de orden internacional. Sin embargo, los estudios señalan que aún no se ha configurado como un verdadero problema social en el ámbito académico, que el acoso sexual es un concepto difuso para buena parte de los y las estudiantes; y que las universidades, especialmente las privadas, no han adelantado de manera suficiente una reflexión, formación, protocolos y programas de evaluación con miras a prevenir este tipo de violencia. Por lo cual las y los estudiantes se sienten desprotegidas/os; mientras los y las profesores/as siguen siendo figuras intocables, en pos de salvaguardar el buen nombre de las instituciones (Alonso- Ruido, et al., 2021).
Tal como señala el equipo de estudiosas de género de la Universidad (Ferrer Pérez, et al., 2014), el acoso sexual, por un lado, es un problema de poder, no un problema sexual; y por otro, no sólo es un problema de poder jerárquico sino de género. En este sentido, supone abuso de poder para demandar o exigir satisfacciones sexuales no deseadas por la víctima; sumado a la existencia de relaciones patriarcales, las cuales contribuyen a invisibilizar el problema y a que éste sea asumido en soledad por la víctima (Teresa Torns y cols. (1996, citado por ). Por ello, los datos arrojan que son las mujeres las que sufren más acoso sexual, “están más expuestas porque sufren muchos comportamientos machistas propios de una cultura patriarcal, carecen de poder, porque se encuentran en situaciones más vulnerables e inseguras, por la falta de confianza en sí mismas, porque han sido educadas por la sociedad para sufrir en silencio o, incluso, porque corren peligro de ser acosadas cuando son percibidas como competidoras por el poder (CINTERFOR, 2009, citado por Ferrer, 2014)”. Esto no obvia que los hombres cada vez más sufran acoso sexual, en especial si pertenecen a la comunidad LGTBIQ+.
El acoso sexual incluye un amplio abanico de conductas de carác¬ter sexual no deseadas, ofensivas y amenazantes para la víctima, que pueden ir desde atención sexual no deseada, gestos y/o actitudes, hasta conductas verbales o físicas (Nielsen et al., 2010).
Desde el blog celebramos la valentía de mujeres y de hombres que se atreven a denunciar el abuso de poder por parte de la jerarquía profesoral en las instituciones académicas, porque el daño causado va más allá de interrumpir trayectorias académicas y laborales, atenta contra la dignidad y fragilidad de los y las estudiantes, contra su integridad física y moral. Por ello, cabe la necesidad de arropar y solidarizarse con las y los denunciantes, de demandar protocolos de prevención, de discutir en los campos universitarios sobre qué es acoso sexual y cómo podemos luchar contra él, además de demandar a las instituciones universitarias un compromiso real en contra de éste.
BIBLIOGRAFÍA
Alonso-Ruido, Patricia; Martínez-Román, Rosana; Rodríguez-Castro; y María Victoria Carrera-Fernández (2021). El acoso sexual en la universidad: la visión del alumnado. Revista Latinoamericana de Psicología, 53, 1-9.
CINTERFOR (Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional) (2009). El acoso sexual. Recuperado el 17 de marzo de 2010. en: http://www.cinterfor.org.uy/mujer/doc/cinter/pacto/cue_gen/aco_sex.htm
Ferrer Pérez, Victoria; Navarro Guzmán, Capilla; Ferreiro Basurto, Virginia, Ramis Palmer, M. Carmen; Escarrer Bauzà, Catalina (2014). El acoso sexual en el ámbito universitario: elementos para mejorar la implementación de medidas de prevención, detección e intervención. Ministerio de sanidad, servicios sociales e igualdad.
Negreiros, Adriana y Pina De Universa, e Rute. En: Universa, 11/04/2023 17h09. https://www.uol.com.br/universa/noticias/redacao/2023/04/11/sociologo-portugues-boaventura-de-sousa-santos-e-acusado-de-assedio-sexual.htm?s=08&cmpid=copiaecola
sábado, 1 de abril de 2023
ECONOMÍA MORAL DE LA MULTITUD EN THOMPSON
Edward Palmer Thompson (1924-1993) desarrolló el concepto de economía moral de la multitud en dos períodos diferenciados de su obra. El primero es la publicación de “La economía moral de la multitud inglesa en el siglo XVIII” (1979), en que el concepto se centra en los llamados ”motines de subsistencia” que se produjeron durante ese siglo en dicho país. A partir de ese momento, el autor inicia un proceso de extrapolación de ese concepto a otras realidades geográficas e históricas, que culmina con la publicación de “La economía moral revisada” (1995).
Destaca, en primer lugar, la concepción de la clase social como una experiencia y un proceso histórico en lugar de una categoría estática.
En segundo lugar, sobresale la contraposición entre economía moral vs economía de mercado. Lo legítimo no concuerda siempre con lo legal: no es lo mismo código legal que código popular. Ello es lo que provoca el conflicto entre las clases hegemónicas y las clases subalternas. Por eso, Thomson habla de las prácticas de acción directa asociadas con ese conflicto: la insubordinación y la rebelión de la multitud.
En tercer lugar, la economía moral de las multitudes tiene también un sentido histórico de lo cultural, de las costumbres, las creencias, las emociones y el sentido común de las clases más oprimidas. La evocación a los de abajo, por oposición a los de arriba tiene su origen en la definición de la economía moral de la multitud (op. cit., 1979).
BIBLIOGRAFÍA
Thompson, E. P. (1979). La economía moral de la multitud en la Inglaterra del siglo vxiii. En Tradición, revuelta y consciencia de clase. Estudios sobre la crisis de la sociedad preindustrial (pp. 62-134). Barcelona: Editorial Crítica
Thompson, E. P. (1995). La economía moral revisada. En Costumbres en Común (pp. 294-394). Barcelona: Editorial Crítica.
Destaca, en primer lugar, la concepción de la clase social como una experiencia y un proceso histórico en lugar de una categoría estática.
En segundo lugar, sobresale la contraposición entre economía moral vs economía de mercado. Lo legítimo no concuerda siempre con lo legal: no es lo mismo código legal que código popular. Ello es lo que provoca el conflicto entre las clases hegemónicas y las clases subalternas. Por eso, Thomson habla de las prácticas de acción directa asociadas con ese conflicto: la insubordinación y la rebelión de la multitud.
En tercer lugar, la economía moral de las multitudes tiene también un sentido histórico de lo cultural, de las costumbres, las creencias, las emociones y el sentido común de las clases más oprimidas. La evocación a los de abajo, por oposición a los de arriba tiene su origen en la definición de la economía moral de la multitud (op. cit., 1979).
BIBLIOGRAFÍA
Thompson, E. P. (1979). La economía moral de la multitud en la Inglaterra del siglo vxiii. En Tradición, revuelta y consciencia de clase. Estudios sobre la crisis de la sociedad preindustrial (pp. 62-134). Barcelona: Editorial Crítica
Thompson, E. P. (1995). La economía moral revisada. En Costumbres en Común (pp. 294-394). Barcelona: Editorial Crítica.
domingo, 19 de marzo de 2023
CONVOCATORIA CLACSO: PROGRAMA DE INVESTIGACIÓN Y FORMACIÓN EN SISTEMAS AGROECOLÓGICOS ANDINOS
Con miras a impulsar la agroecología, sistema que busca rescatar e incorporar el conocimiento ancestral de las comunidades indígenas y campesinas mediante su sistematización y aplicación de métodos científicos, sobre la base de la agrobiodiversidad para la producción de alimentos manera sustentable; CLACSO y la Fundación Mcknight han lanzado la convocatoria de Investigación y Formación en Sistemas Agroecológicos Andinos, dirigida a Grupos de Investigación en Agroecología en las zonas altas de Ecuador, Perú y Bolivia.
Su objetivo es impulsar grupos de investigación agroecológicos basado en prácticas y metodologías de investigación-acción-participativas, con miras a impactar en el conocimiento de la agricultura familiar, de las comunidades locales e instituciones educativas locales y regionales.
El cierre de la inscripción es el 17 de abril de 2023 y la publicación de ganador@s será en junio de 2023. Las presentaciones elegibles por esta convocatoria tendrán una duración de 18 meses entre junio de 2023 y diciembre de 2024. La incorporación de metodologías de investigación-acción-participativa en cuestiones agrarias nos parece motivo suficiente para su difusión. Podéis encontrar la convocatoria en este enlace.
Su objetivo es impulsar grupos de investigación agroecológicos basado en prácticas y metodologías de investigación-acción-participativas, con miras a impactar en el conocimiento de la agricultura familiar, de las comunidades locales e instituciones educativas locales y regionales.
El cierre de la inscripción es el 17 de abril de 2023 y la publicación de ganador@s será en junio de 2023. Las presentaciones elegibles por esta convocatoria tendrán una duración de 18 meses entre junio de 2023 y diciembre de 2024. La incorporación de metodologías de investigación-acción-participativa en cuestiones agrarias nos parece motivo suficiente para su difusión. Podéis encontrar la convocatoria en este enlace.
viernes, 3 de marzo de 2023
BALANCE MIGRATORIO 2022 EN EL SUR DE ESPAÑA

El Informe Migratorio 2022 de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) es dramático, vergonzoso y clara expresión de violación del art. 14 de Declaración Universal de los Derechos Humanos: “toda persona tiene derecho de buscar y recibir asilo en territorio extranjero”; del art. 13 sobre el derecho a la libertad de movimiento: “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”; y de racismo institucional.
Políticas como la externalización de fronteras, cuyo objetivo es desplazar la gestión de las fronteras exteriores europeas hacia países del Sur, tratan de impedir la llegada de personas refugiadas e inmigrantes a través del despliegue de un extenso dispositivo militar. Con su hacer o no hacer desencadenan en la muerte o desaparición de cada vez más seres humanos, bien por las guerras o por el hambre o por el sólo hecho de atreverse a soñar vivir en otros mundos. Queremos mostrar las cifras para que cada uno saque sus conclusiones.
personas. Posiblemente el dato sea mayor pero, como señala el informe, son datos verificados a través de diferentes instancias. Que el 52% de las muertes o desapariciones hayan ocurrido en los últimos cinco años (entre 2018 y 2022), demuestra la existencia de una política disuasoria basada en el exterminio. Para el año 2022, 707 fallecieron y 1.194 personas desaparecieron en las aguas del Mediterráneo (ver Tabla 2). De las cuales 445 personas fallecieron y 885 desaparecieron en su intento de arribar a Canarias, en donde se producen casi el 63% de las muertes.
El 57,1% de los y las fallecidas/os son de origen subsahariano, que incluye países receptores de refugiados como Tanzania o Uganda y toda la región del Cuerno de África, que incluye Yibuti, Etiopía, Eritrea y Somalia; mientras el 41,5% proviene del Magreb (Muritania, Marruecos, Argelia, Túnez y Libia).
La frontera sur española es de tránsito: el sueño de buena parte de los jóvenes es continuar hacia Francia, Alemania e Inglaterra, entre otros países europeos.
Tal como señala el informe: “la externalización de las fronteras hace que Marruecos actúe como gendarme de Europa para contener a determinado perfil étnico de personas migrantes, a cambio de cientos de millones de euros” (2023:11). La subcontratación a Marruecos de la represión de las migraciones ha dado, temporalmente, sus frutos; solo la solidaridad y la movilización social servirán de barreras para contener esta estrategia basada en la masacre y el exterminio.
BIBLIOGRAFÍA
Asociación Proderechos humanos de Andalucia APDHA, 2023, Balance Migratorio 2022. #BalanceMigratorio22 en: https://www.apdha.org/balance-migratorio-2022-segunda-cifra-mas-alta-de-muertes-de-la-historia/
viernes, 17 de febrero de 2023
LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL II: LO LOCAL Y LO TRANSLOCAL
En esta tercera entrada sobre el pensamiento político de De Angelis, queremos detenernos en el problema de la escala: ¿es posible pensar la transformación social partiendo de lo común, de lo comunitario? ¿Desde lo micro? ¿No es un tejido social muy pequeño? ¿Lo común, lo comunitario, no debería entonces subordinarse a un proyecto con una perspectiva clara de cambio social, con un partido que lo dirija, cuyos líderes orienten dicho cambio?
De Angelis plantea que se está entretejiendo un ADN social que pone en cuestión el papel avasallador de los partidos para determinar cuál es la alternativa y el cómo llegar a ella. ADN expresado en la cada vez mayor emergencia de comunidades de producción social y de ayuda mutua que adelantan estrategias alternativas para la creación de bienes comunes y apostar por la reproducción de la vida de manera autogestionaria y autónoma. Las metas y aspiraciones de estas comunidades son diversas: cristalizan en batallas por la reducción del tiempo de trabajo, el aumento de los salarios, el acceso a la tierra, el transporte, la salud, el cuidado, la educación, el disfrute del tiempo libre y del espacio público, la igualdad de género y orientación sexual, entre otros. Lo común va más allá de los recursos materiales y objetivos (Linsalata, 2015). Es el entramado de relaciones sociales de cooperación y colaboración recíproca que se cultivan cotidianamente al interior de una comunidad organizada. Por ello es un proceso en construcción y deconstrucción permanente, de encuentros y desencuentros, no libre de contradicciones.
Es de destacar que De Angelis advierte sobre la necesidad de no romantizar las comunidades. Volver a lo local es retornar a aquello que extrañamos pero también a aquello que nos aleja: a relaciones patriarcales, a formas particulares de opresión y explotación, a culturas cerradas frente al otro -el forastero- quien es visto como sospechoso por su no pertenencia a la comunidad, a vínculos claustrofóbicos y a veces autoritarios, sustentados en el núcleo familiar tradicional. Por ello, en la práctica “volver” a lo local no es posible ni deseable. Porque, por un lado puede ayudar a la cohesión, pero también facilita la fragmentación.
Sólo a través de la conexión con el exterior mediante formas no competitivas, se podrá entretejer una serie de nodos sociales de comunicación que nos permitan relacionarnos en red, para desencadenar un proceso de perturbación lenta del modo de producción capitalista y con ello de transformación social, que dé cuenta de las diversas formas de organización y reproducción de la vida; que atiendan a una multiplicidad de alternativas posibles sobre la base de la construcción de lo común. Por ello, la translocalidad nos permite mucho más que “volver a” la localidad: nos permite inventar caminos que articulen lo mejor de ésta, aquellos aspectos que no queremos perdernos, junto con lo mejor de la translocalidad, la apuesta por el mundo que queremos vivir: “Buscamos patrones de intercambios humanos translocales que nos enriquezcan a todos”, como selaña el autor.
La tecnología actual posibilita la creación de lugares translocales en los que las comunidades puedan establecer redes para aprender del otro, para enriquecerse con el otro, para solidarizarse con el otro; por ello, las comunidades pueden estar en todas partes y superponerse. De Angelis señala que actualmente, seamos o no conscientes de ello, cada individuo es un nodo de una serie de redes competitivas o comunitarias, un lugar de relaciones sociales despiadadas o de relaciones que se apoyan mutuamente y son libres. El espacio de una nueva política hoy es precisamente la articulación de esta superposición, que es una responsabilidad tanto individual como colectiva. Sin embargo, esto también nos protege de la idea ingenua de que las comunidades florecen sin la práctica del aprendizaje continuo, del arte del compromiso social con el otro, de asumir la responsabilidad individual de la acción directa en cualquier ámbito de la vida. No sólo es una apuesta por la comunidad como fin en sí mismo, sino también por el cuidado del otro, por rescatar lo afectivo.
La transformación social se presentará lentamente, porque será el resultado de una apuesta cotidiana por la vida, tanto en el campo individual como colectivo; apuesta cuyos nodos configurarán redes para compartir experiencias y tejer interconexiones de solidaridad; el Estado deberá ser una “comunidad de comunidades”, no una institución que domine nuestras vidas. Para ser una comunidad de comunidades tiene que ser resultado de la articulación horizontal de las comunidades.
Es necesario repensar cómo la propuesta de Marx ha sido objetivada y puesta en acción en el campo político de una manera simplista, desencadenando, según De Angelis y pensadores latinoamericanos como Frantz Fanon, Aníbal Quijano, Silvia Rivera, Francesca Gargallo y Rodolfo Kusch y Raúl Zibechi, entre otros) en tres falacias que siguen orientando, en especial la del modelo, el quehacer político.
BIBLIOGRAFÍA
Linsalata, Lucía (2015). Tres ideas generales para pensar lo común. Apuntes en torno a la visita de Silvia Federici. Bajo el Volcán, año 15, número 22, marzo-agosto.
De Angelis plantea que se está entretejiendo un ADN social que pone en cuestión el papel avasallador de los partidos para determinar cuál es la alternativa y el cómo llegar a ella. ADN expresado en la cada vez mayor emergencia de comunidades de producción social y de ayuda mutua que adelantan estrategias alternativas para la creación de bienes comunes y apostar por la reproducción de la vida de manera autogestionaria y autónoma. Las metas y aspiraciones de estas comunidades son diversas: cristalizan en batallas por la reducción del tiempo de trabajo, el aumento de los salarios, el acceso a la tierra, el transporte, la salud, el cuidado, la educación, el disfrute del tiempo libre y del espacio público, la igualdad de género y orientación sexual, entre otros. Lo común va más allá de los recursos materiales y objetivos (Linsalata, 2015). Es el entramado de relaciones sociales de cooperación y colaboración recíproca que se cultivan cotidianamente al interior de una comunidad organizada. Por ello es un proceso en construcción y deconstrucción permanente, de encuentros y desencuentros, no libre de contradicciones.
Es de destacar que De Angelis advierte sobre la necesidad de no romantizar las comunidades. Volver a lo local es retornar a aquello que extrañamos pero también a aquello que nos aleja: a relaciones patriarcales, a formas particulares de opresión y explotación, a culturas cerradas frente al otro -el forastero- quien es visto como sospechoso por su no pertenencia a la comunidad, a vínculos claustrofóbicos y a veces autoritarios, sustentados en el núcleo familiar tradicional. Por ello, en la práctica “volver” a lo local no es posible ni deseable. Porque, por un lado puede ayudar a la cohesión, pero también facilita la fragmentación.
Sólo a través de la conexión con el exterior mediante formas no competitivas, se podrá entretejer una serie de nodos sociales de comunicación que nos permitan relacionarnos en red, para desencadenar un proceso de perturbación lenta del modo de producción capitalista y con ello de transformación social, que dé cuenta de las diversas formas de organización y reproducción de la vida; que atiendan a una multiplicidad de alternativas posibles sobre la base de la construcción de lo común. Por ello, la translocalidad nos permite mucho más que “volver a” la localidad: nos permite inventar caminos que articulen lo mejor de ésta, aquellos aspectos que no queremos perdernos, junto con lo mejor de la translocalidad, la apuesta por el mundo que queremos vivir: “Buscamos patrones de intercambios humanos translocales que nos enriquezcan a todos”, como selaña el autor.
La tecnología actual posibilita la creación de lugares translocales en los que las comunidades puedan establecer redes para aprender del otro, para enriquecerse con el otro, para solidarizarse con el otro; por ello, las comunidades pueden estar en todas partes y superponerse. De Angelis señala que actualmente, seamos o no conscientes de ello, cada individuo es un nodo de una serie de redes competitivas o comunitarias, un lugar de relaciones sociales despiadadas o de relaciones que se apoyan mutuamente y son libres. El espacio de una nueva política hoy es precisamente la articulación de esta superposición, que es una responsabilidad tanto individual como colectiva. Sin embargo, esto también nos protege de la idea ingenua de que las comunidades florecen sin la práctica del aprendizaje continuo, del arte del compromiso social con el otro, de asumir la responsabilidad individual de la acción directa en cualquier ámbito de la vida. No sólo es una apuesta por la comunidad como fin en sí mismo, sino también por el cuidado del otro, por rescatar lo afectivo.
La transformación social se presentará lentamente, porque será el resultado de una apuesta cotidiana por la vida, tanto en el campo individual como colectivo; apuesta cuyos nodos configurarán redes para compartir experiencias y tejer interconexiones de solidaridad; el Estado deberá ser una “comunidad de comunidades”, no una institución que domine nuestras vidas. Para ser una comunidad de comunidades tiene que ser resultado de la articulación horizontal de las comunidades.
Es necesario repensar cómo la propuesta de Marx ha sido objetivada y puesta en acción en el campo político de una manera simplista, desencadenando, según De Angelis y pensadores latinoamericanos como Frantz Fanon, Aníbal Quijano, Silvia Rivera, Francesca Gargallo y Rodolfo Kusch y Raúl Zibechi, entre otros) en tres falacias que siguen orientando, en especial la del modelo, el quehacer político.
BIBLIOGRAFÍA
Linsalata, Lucía (2015). Tres ideas generales para pensar lo común. Apuntes en torno a la visita de Silvia Federici. Bajo el Volcán, año 15, número 22, marzo-agosto.
Massimo De Angelis (2003). Reflections on alternatives, commons and communities or building a new world from the bottom up. The Commoner N.6 Winter.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)