viernes, 17 de febrero de 2023

LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL II: LO LOCAL Y LO TRANSLOCAL

Conexión translocal
En esta tercera entrada sobre el pensamiento político de De Angelis, queremos detenernos en el problema de la escala: ¿es posible pensar la transformación social partiendo de lo común, de lo comunitario? ¿Desde lo micro? ¿No es un tejido social muy pequeño? ¿Lo común, lo comunitario, no debería entonces subordinarse a un proyecto con una perspectiva clara de cambio social, con un partido que lo dirija, cuyos líderes orienten dicho cambio?

De Angelis plantea que se está entretejiendo un ADN social que pone en cuestión el papel avasallador de los partidos para determinar cuál es la alternativa y el cómo llegar a ella. ADN expresado en la cada vez mayor emergencia de comunidades de producción social y de ayuda mutua que adelantan estrategias alternativas para la creación de bienes comunes y apostar por la reproducción de la vida de manera autogestionaria y autónoma. Las metas y aspiraciones de estas comunidades son diversas: cristalizan en batallas por la reducción del tiempo de trabajo, el aumento de los salarios, el acceso a la tierra, el transporte, la salud, el cuidado, la educación, el disfrute del tiempo libre y del espacio público, la igualdad de género y orientación sexual, entre otros. Lo común va más allá de los recursos materiales y objetivos (Linsalata, 2015). Es el entramado de relaciones sociales de cooperación y colaboración recíproca que se cultivan cotidianamente al interior de una comunidad organizada. Por ello es un proceso en construcción y deconstrucción permanente, de encuentros y desencuentros, no libre de contradicciones.

Es de destacar que De Angelis advierte sobre la necesidad de no romantizar las comunidades. Volver a lo local es retornar a aquello que extrañamos pero también a aquello que nos aleja: a relaciones patriarcales, a formas particulares de opresión y explotación, a culturas cerradas frente al otro -el forastero- quien es visto como sospechoso por su no pertenencia a la comunidad, a vínculos claustrofóbicos y a veces autoritarios, sustentados en el núcleo familiar tradicional. Por ello, en la práctica “volver” a lo local no es posible ni deseable. Porque, por un lado puede ayudar a la cohesión, pero también facilita la fragmentación.

Sólo a través de la conexión con el exterior mediante formas no competitivas, se podrá entretejer una serie de nodos sociales de comunicación que nos permitan relacionarnos en red, para desencadenar un proceso de perturbación lenta del modo de producción capitalista y con ello de transformación social, que dé cuenta de las diversas formas de organización y reproducción de la vida; que atiendan a una multiplicidad de alternativas posibles sobre la base de la construcción de lo común. Por ello, la translocalidad nos permite mucho más que “volver a” la localidad: nos permite inventar caminos que articulen lo mejor de ésta, aquellos aspectos que no queremos perdernos, junto con lo mejor de la translocalidad, la apuesta por el mundo que queremos vivir: “Buscamos patrones de intercambios humanos translocales que nos enriquezcan a todos”, como selaña el autor.

La tecnología actual posibilita la creación de lugares translocales en los que las comunidades puedan establecer redes para aprender del otro, para enriquecerse con el otro, para solidarizarse con el otro; por ello, las comunidades pueden estar en todas partes y superponerse. De Angelis señala que actualmente, seamos o no conscientes de ello, cada individuo es un nodo de una serie de redes competitivas o comunitarias, un lugar de relaciones sociales despiadadas o de relaciones que se apoyan mutuamente y son libres. El espacio de una nueva política hoy es precisamente la articulación de esta superposición, que es una responsabilidad tanto individual como colectiva. Sin embargo, esto también nos protege de la idea ingenua de que las comunidades florecen sin la práctica del aprendizaje continuo, del arte del compromiso social con el otro, de asumir la responsabilidad individual de la acción directa en cualquier ámbito de la vida. No sólo es una apuesta por la comunidad como fin en sí mismo, sino también por el cuidado del otro, por rescatar lo afectivo.

La transformación social se presentará lentamente, porque será el resultado de una apuesta cotidiana por la vida, tanto en el campo individual como colectivo; apuesta cuyos nodos configurarán redes para compartir experiencias y tejer interconexiones de solidaridad; el Estado deberá ser una “comunidad de comunidades”, no una institución que domine nuestras vidas. Para ser una comunidad de comunidades tiene que ser resultado de la articulación horizontal de las comunidades.

Es necesario repensar cómo la propuesta de Marx ha sido objetivada y puesta en acción en el campo político de una manera simplista, desencadenando, según De Angelis y pensadores latinoamericanos como Frantz Fanon, Aníbal Quijano, Silvia Rivera, Francesca Gargallo y Rodolfo Kusch y Raúl Zibechi, entre otros) en tres falacias que siguen orientando, en especial la del modelo, el quehacer político.


BIBLIOGRAFÍA

Linsalata, Lucía (2015). Tres ideas generales para pensar lo común. Apuntes en torno a la visita de Silvia Federici. Bajo el Volcán, año 15, número 22, marzo-agosto.

Massimo De Angelis (2003). Reflections on alternatives, commons and communities or building a new world from the bottom up. The Commoner N.6 Winter.




viernes, 3 de febrero de 2023

LA TRANSFORMACIÓN SOCIAL: TRES FALACIAS DE LA IZQUIERDA

Imagen de la pensadora italiana
Con el ánimo de deconstruir los discursos políticos que han predominado en los movimientos obreros, Lucia Linsalata -apoyándose en Massimo de Angelis- devela las tres falacias de la izquierda.

La primera es la falacia de la política: se refiere a la idea de que es posible llevar a cabo una transformación radical de los modos y relaciones sociales de producción a través de un momento épico, revolucionario o, incluso, a través de una recomposición política que lleve a una victoria electoral de toma del poder, la cual desencadenará en la transformación de la sociedad.

La segunda es la falacia del modelo, en alusión a la idea que para transformar el actual sistema capitalista, necesitaríamos generar otro sistema igualmente desarrollado, eficiente y orientado a reemplazar el sistema anterior. Se sustenta en un supuesto modelo, en un deber ser revolucionario, que orienta las luchas.

Esto lleva a invisibilizar el entramado de acciones colectivas, de relaciones sociales basadas en estrategias en torno a lo común, a los ámbitos comunitarios, orientadas a la reproducción de la vida y no del capital. Es decir, se pierde de vista el aquí y el ahora, la multiplicidad de formas autogestionarias, que lentamente empujan procesos de transformación social, como un proceso de perturbación lenta del modo de producción capitalista.

La tercera es la falacia del sujeto, que se sustenta en la idea de que podemos construir un gran sujeto revolucionario que haga frente al capital, capaz de tomar el poder y de allí construir una sociedad socialista.

Estas tres falacias han permeado el pensamiento de las diferentes corrientes de izquierda e, incluso, según Linsalata, perviven. Especialmente la falacia del modelo impregnan incluso movimientos autogestionarios como el de los zapatistas en el sur de México.

Entrevistando a Lucía Linsalata, el profesor Arkadio (2023) señala que la izquierda ha interpretado de manera simplista a Karl Marx, olvidando las advertencias realizadas en los Grundrisse. En ellos, Marx tiene la oportunidad de reflexionar consigo mismo: “… en tanto la sociedad constituye las condiciones materiales de producción y sus relaciones correspondientes, si no hemos encontrado ocultas en ella -en la sociedad- las bases para una sociedad sin clases, entonces todos los intentos para hacerla explotar serán quijotescos”.

En la próxima entrada seguiremos reflexionado sobre la construcción de un nuevo discurso político, esfuerzo que algunos teóricos latinoamericanos también vienen desarrollando de la mano de las comunidades, aprendiendo de ellas, de su hacer cotidiano por apostarle a la reproducción de la vida.


BIBLIOGRAFÍA

Profesor Arkadio. 2023. Podcast La linterna de Diógenes. LDD16x18 - Repensar la Transformación social I. La falacia del modelo, del sujeto y de la política. https://www.ivoox.com/ldd16x18-repensar-transformacion-social-i-la-audios-mp3_rf_100773743_1.html.
 
Profesor Arkadio. 2023. Podcast La linterna de Diógenes. LDD16x19 - LDD16x19 - Repensar la Transformación social II - La cuestión de las escalas y los entramados comunitario-populares. https://www.ivoox.com/ldd16x19-repensar-transformacion-social-ii-audios-mp3_rf_100926283_1.html